jueves, 11 de noviembre de 2010

Layla Sangre Fácil (Eres Nuestro No. 6)

La Competencia de las Seis
                                                         I- Layla Sangre Fácil
Despierta con el corazón acelerado. Till. Garganta que duele. Pudiera ser verdad, el perder la cabeza de pronto, el tragarse todo eso que uno es y ser otro. Christa-Davela fue otra ayer. No puede sonreír después de aquella experiencia. Se sienta en su cama. Ayer. Ayer pudo ser realidad el perder la cabeza. ¿O se le llama ver la realidad? ¿Se le llama a la actitud de Christa autenticidad? ¿Entonces Christa? ¿Quién eres realmente?

Se desnuda para bañarse. Ahora desde la regadera escucha la radio:

“…Y siguiendo con las peticiones, Layla pide algo de Alos y pues que mejor que su primer sencillo que suena en todos los antros de la ciudad, esto es ‘Gus ha muerto’ del buen Alos…”

Till quiere salir de inmediato de la regadera pero en cuanto corre la cortina lo sorprende la presencia de una hermosa mujer. Un vestido muy corto color rosa claro con unos arillos de metal incrustados en los costados y un escote pronunciado en “v” la viste. Un cinturón grueso con lentejuelas se desliza por su cintura y es sostenido por su cadera. Un cuchillo en la mano la muestra desafiante. Hay que decir de ella además que tiene una actitud ingenua que los hombres adoran pero que las mujeres no soportan, habla muy bien el inglés, escucha música banda sinaloense y reggaetón, tiene una mancha en forma de corazón en el vientre bajo, un perro chihuahua que se llama Kami y le encanta preguntar “¿Me deseas?” hasta a su mejor amigo.

--- No te muevas Till. Relájate todo va a salir bien si cooperas --- Ella con voz juguetona y moviendo el cuchillo para adelante y para atrás.
--- ¿Cómo entraste?
--- Soy hermosa, las mujeres hermosas lo conseguimos todo siempre. Bien, esto no llevará mucho tiempo y no te va a doler. Es más, para que veas que soy buena, te voy a dar a elegir, tú ya sabes lo que quiero, dime ¿Por la buena o por la mala?
Till notó que el cuchillo era igual que el que se había encajado Gus, se preguntó si también sería un dedo humano; preguntó:
--- Ese cuchillo, ¿de donde lo sacaste?
--- No me estás poniendo atención ¿verdad Till…? ---No terminó la frase porque Till se le lanzó derribándola en al suelo de espaldas colocó sus rodillas sobre los brazos de ella y le arrebató el cuchillo. Ambos jadeaban.
--- ¡Uy, que rápido y que vigoroso! ¿Que me vas a hacer? ¿eh?--- Dice ella despreocupada e incluso divertida.
--- ¿Cómo te llamas?
--- ¡Como quieras que me llame!
--- ¿Por qué hacen esto?
--- ¡Por mil puntos!
--- ¿Para qué?
--- ¡No lo sé señor interrogador! --- ella haciéndose la víctima, negando con la cabeza y volviendo la vista a un lado.
--- ¿Dónde está Christa-Davela?
--- ¡Si te complace yo puedo ser Christa-Davela!
Till se levantó molesto y la miró resentido. Ella mira su pene y dice:
--- Dame un poquito, solo un poquito, no tienes que esforzarte, yo puedo tomarlo ---Sacó una bolsa pequeña y se la tendió suplicante--- Anda ¿sí?

Se levanta poniéndose de rodillas y dispuesta a extraer la sustancia que le dará mil puntos con sus propias manos. Till siente esas manos y quiere dejarse llevar pero luego da un vistazo al cuchillo y recuerda a Gus muriendo con una risa insolente. Y se da cuenta de la canción que está en la radio y de que Alos la ha llamado “Gus ha muerto”. Siente una ira corriéndole por el estómago. Till decide que quiere venganza y rechaza satisfacer los designios de Alos aunque se muere de ganas por dejar que aquella mujer hermosa de cabello castaño claro y rostro de niña permanezca todo el día sacando el líquido que desee. Luego se le ocurre un plan y sonríe mientras la ve a ella haciendo usando su mano allí abajo.
--- ¿Cómo te llamas preciosa? --- Cambia el tono.
--- Layla. --- Dice ella mirándolo.
--- Continúa Layla ---Ella sonríe y a Till le parece que está apenada--- solo dime ¿Este cuchillo te lo dio Alos?
--- Claro que sí tonto, es la señal que dice que estamos dentro, pero no nos deja hablar de eso, dice que si…--- Un destello proveniente de algún sitio fuera forjó el desconcierto en la mente de Till (su reacción infantil de taparse los oídos permanece), luego se sobresalta al ver como Layla le arrebata el cuchillo y se rebana la garganta:
--- ¡Eres nuestro! ---Alcanza a entender esa voz desgarrada y se acuerda de su bisabuela de ciento diez años, con su voz apenas descifrable, tal como esta que ahora escucha.

Ahora Till está en su otro auto. Si, tiene dos autos como cualquier chico de su estatus económico. Como uno recibió un martillazo, pues bueno, ahora debe usar el otro. Evoca su habitación y ve su alfombra teñida de rojo, y ve a Layla sangrando por la garganta rebanada enfrente de él. Se quiere morir, “¿que demonios estoy haciendo? ¿Qué demonios le pasa al mundo?” Piensa, y piensa que ha sido demasiada muerte y ha sido sangre fácil. Ve aún como Layla se encaja el cuchillo, como la piel se abre y luego la carne, para dar paso a un torrente sanguíneo que parecía ansioso por salir. ¿Cómo le iba a explicar esto a su padre cuando entrará a su habitación y viera ahí un cadáver? ¿Cómo explicar que fue ella la que se clavó ese cuchillo? ¿Cómo explicar qué ni siquiera la conocía? Está buscando la forma de tranquilizarse para que sus manos dejen de temblar. Sabe que habrá que tomar una determinación. Ya tomó una sin prestarle mucha atención y ahora que se da cuenta se aterra. ¡Porta el cuchillo siniestro con mango de dedo humano en su mano diestra! Bueno, ahora al menos tiene una pista entre sus manos, ¿no? ¿Y ahora?

13 comentarios:

  1. Hola Tulita, gracias por leer y por tus palabras, hay Eres Nuestro para rato, ojalá nos acompañes con futuras lecturas y comentarios! Recibe un abrazo en señal de fraternidad!

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  2. Una prosa muy cuidada y un argumento que atrapa.
    Me pondré al día con capítulos anteriores.
    Es un placer leerte.
    Saludos

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  3. Señor Dáltanos, entro en la trama y tan solo la oteo. Inquietante, parece de una tensión compleja.
    Al márgen...quedo preocupado pensando en que las mujeres hermosas entran donde ellas quieren. Afortunadamente no todas lo saben.
    Abrazo

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  4. Oye, señor Dáltanos, se me ocurre que si juntaras todos los capítulos, conseguirías una novela magnífica! Incluso podría ser un excelente guión cinematográfico...
    Bueno, tú sigue, sigue con la historia y con esos personajes que me tienen fascinada...

    Un abrazo!

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  5. Así que, es posible que hagas un libro eh... Interesante.

    La verdad esta trama atrapa por su complejidad y atrae por la historia que cuenta.

    Me voy a poner al día de capítulos anteriores.

    Un saludo.

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  6. Hola Marisa, gracias por tu comentario, me halaga viniendo de alguien que escribe como tú! Saludos Cordiales y espero te agraden los números anteriores!

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  7. Hola Julio, un placer tenerte de nuevo por acá! Y sí,es preocupante que puedan entrar a donde ellas quieran, uno debería entonces confiar en su "buena voluntad" y en que sabrán delimitar su "campo de acción" jeje! Aunque también lamento que no todas reconozcan su belleza! Abrazo!

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  8. Hola Mercedes, pues sí, sí he pensado en armar algo y publicarlo en forma de libro, es uno de mis objetivos en este mundo, aunque aquí en México (no sé si en otros países) parece difícil ser tomado en cuenta por las editoriales si eres un "novato" y la publicación independiente es toda una odisea casi infinanciable, no lo he intentado pero conozco a varias personas que han probado ambas vías y se han visto frenados. En fin, nadie experimenta en cabeza ajena, soy nuevo este mundo y estas inquietudes literarias apenas se están formando, el intento haré en el futuro, no lo dudo, supongo que con mi amada Desesperanza Esperanzada, gracias por la sugerencia! Y que siga la historia! Abrazo en señal de agradecimiento!

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  9. Hola Kaas, gracias por leer y comentar, me agrada saber que te ha gustado! A ver que te parecen los capítulos pasados! Saludillos!

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  10. Señor Dáltanos, en el metaforário hemos superado las primeras 500 metáforas. Quiero enviarte un souveir (jpg) como reconocimiento a tus aportes, pero no tengo tu correo y no se de que otro modo enviarlo. Avisame.
    Abrazo
    Julio

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  11. me gusto el personaje de layla, sucinto, pero me gusto. sigo en disgusto totral de cederles la belleza a las mujeres y q crean qpor ello pueden manipular asi nada mas a los hombres. e insisto en q la belleza esta en el ojo q ve, ahi esta tenesse williams u oscar wilde. pero sigue tomando forma.

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  12. Gracias señor Ados! Pues sí, tiene usted razón, la belleza está en el ojo que ve, hasta me asombra que usted lo diga, dada su postura en torno a la subjetividad! Nos leemos luego!

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