miércoles, 25 de mayo de 2011

EL PEATÓN Y EL AUTOMÓVIL

Puras Mortalidades (no.6)
Manual para entender a la gente normal
Caos Vial en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México.
1- "Las relaciones mortales, y las inmortales, tienen su base en la comunicación" dice el oscuro así con su tonito sereno e intelectualón. Las personas se encuentran y se desencuentran en el mundo, "te invito a mi fiesta", "¿vamos por un café?" "Nunca más vuelvas a esta casa", "¿cómo llegamos al puesto de tacos?" "¿Cuándo me dejarás entrar a tu cama? Cuando sepas como abrir las puertas de mi corazón". Y para todas las anteriores, hubo alguien que se tuvo que desplazar, porque señoras y señores, los seres humanos existen en el tiempo y el espacio, y una en su intento de encontrarse y desencontrarse con el otro, termina desplazándose, yendo de aquí para allá, para que se entienda la cosa. "¿De que va el Puras Mortalidades de hoy Aznat?" preguntas tú, lector ferviente. De la forma en que la gente normal de este tiempo y este espacio interactua con los vehículos automóviles, nomás.

Primero hay que ambientarse pa' entrar en materia, abran ustedes los ojos y no piensen mas que en en calles, avenidas, semáforos, peatones, pasos a desnivel, puentes peatonales, topes, límites de velocidad, claxon's, faros del auto, cinturón de seguridad, conducir, pasos de cebra, vendedores de crucero, autoestéreos, gritos, mentadas de madre, señas obscenas, estacionamientos, ciclovías, planes de movilidad, choques, atropellos, tráfico pesado, estrés, limpiaparabrisas, viene viene's (cuidadores de lugares de estacionamiento), alumbrado público, peleas de dos conductores que se bajan a resolver sus diferencias a golpes porque les parece que las palabras no son suficientes... Ambientados están.

Guadalajara. Foto de Marco A. Vargas, para el periódico Público Milenio
2- Existen dinámicas de interacción en el mundo de los mortales, una de las dinámicas más peligrosas es en la que se ven aprisionados y aislados en vehículos automotores. Jungla de asfalto y supervivencia del más fuerte, describen esta dinámica.

A) Un jovenzuelo es detenido ahora mismo por conducir bajo los efectos del alcohol, conducía a más de 120 km/h en una zona de 60, ya se había saltado algunos semáforos rojos. Parece que cualquier mono puede agarrar un auto e ir a estrellarlo donde le plazca. En este instante hay al menos un ser vivo exigiendo reglas más estrictas para los solicitantes de licencias para conducir. ¿Le prestarán atención?

B) Ahorita estoy viendo con estos ojazos tapatíos como un hombre pretencioso (un machín dirían los que ven machismo en todas partes) está cegando al conductor que va delante. Para ello utiliza unos faros superpotentes de esos para cazar venados en la niebla, pero que al machín le parecieron "chingones" para apantallar (he ahí un verbo creado por los pretenciosos) a, abro cita: "esos idiotas que todavía usan faros normales", cierro cita. "Es que el alumbrado público no lo deja ver nada, por ello debe usar faros superpotentes de esos para cazar venados en la niebla" grita a los cuatro vientos un comprensivo crónico. "Está amaneciendo" dirá el hombre que está siendo cegado por esos faros, si es un conductor tolerante, sereno y con un increíble sentido del humor.

C) Juanita debe cruzar una avenida para poder llegar a su casa a dormir después de su larga jornada de trabajo, ella se encarga de la limpieza en una escuela privada. Cada noche pierde en promedio cinco minutos con veintisiete segundos esperando a que un conductor le ceda el paso. No hay semáforo, tope, paso de cebra ni alumbrado público en el cruce que la lleva a su casa. "¿Y el gobierno?" se pregunta un demócrata. "¿Y la junta de vecinos?" se pregunta otro demócrata.


D)Dice mi amigo Augusto el reportero que en esta ciudad Guadalajara de 4 millones 434 mil 252 personas (y contando) hay un auto por cada tres personas. ¡Un auto por cada tres personas! Y escucho, veo, siento, vivo y vuelvo a escuchar todos los días mientras le leo las cartas a mis clientas, y mientras camino para llegar a mi casa, y mientras voy al mercado a comprar la las verduras de la semana, en todo lugar y todo espacio me encuentro con que "la ciudad está hecha para los autos", "aquí no se respeta al peatón" "debería haber más cultura de la bicicleta", "sino tienes auto estás jodida" "si andas en camión eres pobre". Y como diría mi abuelita: "A otro hueso con ese perro".

A los que actúan en las escenas anteriores les falta lo que a nadie le sobra: interacción. Están en el mismo escenario pero parece que no se notan los unos a los otros. Los conductores no ven a los ojos al peatón, el peatón no ve a los ojos de los conductores, los del gobierno no hacen planes sustentables, pocos son los que se hacen señas, se avisan que van a cambiar de carril, le avisan al otro que puede pasar, pocos se agradecen las cortesías. Juanita no ve a los conductores, sólo ve máquinas que se suceden en la avenida, una tras otra, tras otra, sin miradas, sin señas, sin ningún tipo de comunicación. "Las relaciones mortales y las inmortales están basadas en la comunicación" sigue diciendo el oscuro, y yo me río de los mortales, que nomás no aprenden a comunicarse. ¿Dejarán de ser mortales? ¿Resolverán sus problemas viales estos inquietantes seres? No dejen de leer su próximo número de Puras Mortalidades, aunque seguro no voy a responder a esas preguntas, verdad, pero ustedes no dejen de leer, bitte.


¡Diviértanse a costa de lo ajeno pero no le jodan la vida al prójimo (Si pueden, y quieren, diría el oscuro)! 
Aznat Lefoi, ¡con sumo respeto!

lunes, 16 de mayo de 2011

OSCURIDAD, DEVORADORA OSCURIDAD

Recomiendo dar clic al vídeo incluido abajo para hacer más completa la experiencia. La música ha servido como generadora de ideas. La letra ha sido un descubrimiento feliz. ¡Que lo disfruten!

Cuentos al Chile (No.7)
Tú y yo, ustedes y la macabra oscuridad.
Hombre que ama la oscuridad
Oscuridad, oscuridad callada; llama hogar a la noche muda, llama a tu voluntad y dile que ya no vuelves.
Cantares de olvido, música profana para tu alma que se jacta de tener memoria.
Oscuridad, regalo neciamente trastocado en macabro, la llama negra que ahoga la calma en silencio, la llama negra que recae en la habitación y traspasa a tu alma. ¿Es la oscuridad tan dolorosa como te has hecho creer?

Adentro, en lo profundo, en el fondo te golpea esa oscuridad, ¿no has notado cómo te llamas a ti misma en la oscuridad? ¿No has notado como huyes de la oscuridad cada que intenta abordarte?
Y  enciendes la luz para que te prodigue de caricias forzosas para hacer callar a la queja desgarradora.

Oscuridad, cuadernos negros, en los que escribe ciego tu abandonado lado oscuro, como si todo lo oscuro fuera sinónimo de maldad a la que hay que cercenar de nuestra existencia.

Y tú dices: vete de aquí, no quiero tu presencia, hazme un favor y márchate, hazme un favor y vete al diablo.
Adentro, en el fondo de todo, donde sólo hay cuerpos desnudos y cansados. En el alma. Donde supones que sólo tú sabes lo que quieres y lo que detestas. Ahí es donde está tu miedo a la oscuridad, que no es más que miedo a ti misma.

Y ahora, sostienes en la mano izquierda la daga que ha de terminar con estas cavilaciones perpetuas. Fue un placer, de verdad, hasta que el miedo se hizo presente durante la noche. ¿Cómo es que no alcanzas a ver la ridiculez de tal situación? La oscuridad que no puedes controlar, esa condición a la que culpan todos ustedes de todas sus desgracias. Y caes y caes y caes en lo profundo y te llama la noche, te succiona al abismo, te llama la profana música.

Y ahora sostienes la idea de que la oscuridad fue creada para generar dolor. Y ahora tienes la posibilidad de dejar todo de lado, de marcharte para siempre, de apartar este mensaje escondido en los muros oscurecidos de tu habitación. Y no es un vacio sin sentido el que te tiene aquí dictando tu sentencia, sino todo este abrumador sentimiento contradictorio típico de lo humano. Es la abundancia de sentidos, el mar de posibilidades, la desbordante libertad. Libertad, castigo cruel, otra broma de dios plenamente cargada de ironía. Es la oscuridad, estúpida.

Oscuridad, negra soledad, nada ves sino total ausencia, y es tan desgarradora, la ausencia. Oscuridad, temor eterno donde sus más grandes miedos internos les llaman por sus nombres. Ustedes. Yo. 

Oscuridad, regalo macabro donde no queda nada más que descubrirse frágil, confesarse puras verdades hasta hacerse pedazos en silencio. ¿Es que es tan doloroso enfrentarte a ti misma?

Ya sientes el filo del olvido, ya sientes lejana la agobiante libertad, ya percibes lejos esa severa música a la que condenaste en vida. La daga cae ensangrentada al suelo, acabando con esta falsedad que es tu vida, no sientes nada. Todos los bellos placeres dejados de lado, y todo porque los dolores fueron más fuertes, en la noche, en la maldita oscuridad. Mala, mala, mala, mala. No culpes a la oscuridad por tu exceso de fragilidad.

Y en tanto, amanece en mi orgullosa existencia. Tu muerte no me importa, nunca me importó, no lo dudes ni un instante por favor, mi amor. Murió de un ataque, un exceso de noche. Me importa la vida, mi vida, y la oscuridad, mi oscuridad. Hasta que sale el sol.

¿Qué hay en la oscuridad que les genera tanta angustia? Ustedes. Yo. Sí la oscuridad es tan ruda como ustedes dicen, ¿por qué el calor y la luz del sol me asesinan el alma todas las tardes? Y ahora sostengo que se debe a que ahí están ustedes. Y acá yo, con mi amada oscuridad. ¿Dónde estás tú, mujer muerta?


miércoles, 4 de mayo de 2011

HERMANN HESSE, EL LOBO ESTEPARIO

Inmortales animados de ayer y hoy (no.3)
HERMANN HESSE 
El maestro Hesse según el Señor Dáltanos
Delgado delgado delgado, fumándose un cigarro sentado ante su escritorio, en casa Hesse, Montagnola. Ahí está el maestro Hesse, respondiendo la última de las 35,000 cartas de sus lectores, mientras narra cómo logró alcanzar su máximo objetivo en esta vida y en la otra: Ser él, alcanzar su esencia, saber quién es. Tiene 85 años.
"La vida de todo hombre es un camino hacia sí mismo, el ensayo de un camino, el boceto de un sendero" "Cada uno de nosotros ha de encontrar por sí mismo lo 'permitido' y lo 'prohibido' con respecto a su propia persona"

Recuerda las charlas con Carl Gustav Jung, aquella tarde en la que estuvieron discutiendo sobre el psicoanálisis y la psicología analítica. El viaje a la India en busca de liberación interior, huyendo de la decadencia del espíritu europeo, y encontrando suciedad, calor, relaciones colonialistas. Luego hecha una mirada a su librero, creo que mira al fruto de ese viaje: Siddhartha.

Y todas aquellas crisis existenciales, resultado de episodios en la vida que se van acomodando en el devenir, de preguntas constantes en su interior, de búsquedas que a  veces le resultaron infructuosas y que a veces negaba, como se negaba a pensar, a atormentarse en su soledad con pensamientos sobre sí mismo. ¿Por qué, por qué por qué?
"La única realidad es la que nosotros tenemos, y si los hombres viven tan irrealmente es porque aceptan como realidad las imágenes exteriores y ahogan en sí la voz de su mundo interior. También se puede ser feliz así; pero cuando se llega a saber lo otro se hace ya imposible seguir el camino de la mayoría."

Intervengo: Esa es la diferencia entre los mortales y los inmortales, que es difícil, la inmortalidad, el saberse hijo de un tiempo y un espacio, el poder encontrarse sentido, el querer encontrarse sentido, el querer asignarle un sentido a todo lo que pasa, el querer a veces abandonar, volver atrás, dejar de tener consciencia. Pero también están todas las satisfacciones de la inmortalidad, como el estar los dos aquí hablando de ello. Es decir, esa soledad, ese constante pensar, hurgar en el interior puede entregarte lo que estabas buscando, como seguro lo ha hecho usted, encontrarle la magia a la vida, el arte.

Él me mira con ojos profundos y parece esbozar una sonrisa. Se toma unos segundos y expresa:
"En efecto" "Cualquiera puede ejercer la magia si sabe pensar, esperar" "Para que pueda surgir lo posible es preciso intentar una y otra vez lo imposible"

- Años de crisis superadas parecen darle la razón. El escritor de la crisis, le decían algunos. Crisis porque no quiere ser lo que sus padres quieren que sea, porque quiere abandonar el seminario monacal en su adolescencia, por pasar cuatro meses en el manicomio, por querer suicidarse, crisis porque su matrimonio no funciona siendo adulto, porque su padre muere, porque su hijo enferma de gravedad, porque el mundo se enfrasca en una guerra y en dos, porque la locura y la intolerancia gobiernan Alemania a sus 68 años, su vejez. Todos estos periodos, en apariencia una vida accidentada, y sin embargo podemos encontrar la magia en sus libros, en sus pinturas, sin embargo está usted aquí, con su inmortalidad intacta, supo sostener su pensamiento, sus anhelos, ante sus padres, ante su esposa, ante el totalitarismo, ante la sociedad de su época, ante la naturaleza.

"Debéis aprender a ser vosotros mismos, debéis olvidar la costumbre de ser alguna otra persona" "Oid la voz que sale de vosotros mismos. Cuando esta voz calla, sabed que algo anda mal, que algo está desquiciado, que vais por el camino equivocado..."

- En 1946 le entregaron un premio de fama mundial, acaso el premio más grande al que un escritor aspira. No asistió a la ceremonia. Muchos interpretaron tal premio como un reconocimiento a esa fracción de la Alemania que se mantuvo en contra del régimen totalitario, siendo usted el máximo representante moral de esa postura, como lo constatan todas las cartas que recibió de los exiliados.

 "Que el diablo se lleve ese maldito asunto". Es lo único que responde mientras mete una hoja en su sobre y lo coloca sobre un montón. Luego vuelve a sonreírme. Le dejo en su casa. Eternamente.

La literatura de Hesse no es técnicamente asombrosa. La forma parece ser de lo más ordinaria. Lea usted a Hesse por el contenido, palabras plagadas de filosofía al estilo oriental, más centrado en el ser desde lo cotidiano, más centrada en el psicoanálisis a través de la introspección. El romper un mundo para renacer, y encontrar a dios dentro de uno mismo, y pensar de dentro hacia fuera, y el humanismo y el humorismo, y una dualidad interna, y las crisis internas infantiles, adolescentes, adultas y ancianas, y la necesidad de construirse, de aferrarse a algo, de saberse único, y personajes en tensión constante y Lobos esteparios, Gotamas, Rosshaldes, Peter Camezind's, Narcisos y Golmundos, Ladidel´s, Demian's, Sinclair's, Pistorius's, Hermine's, Siddharta's, arquetipos como el viejo sabio, eso nos ha dejado el maestro en su obra. Eso le debemos en el reino, los fundamentos básicos. ¡En verdad veneramos aquí al maestro Hermann Hesse, y le debemos un mundo!

Visite usted a Hesse en su casa virtual, se llevará muchas sorpresas:

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