martes, 28 de diciembre de 2010

AQUELLA CHICA QUE TENÍA DOS ALMAS DENTRO (ERES NUESTRO NO.13)

                                                         X - Doll
                                                        DELE PLAY Y LEA, PORFIS


Era una pesadilla. Despiertas Till. Ante ti hay una mujer sensual sosteniendo dos cadenas, te sonríe al verte abrir los ojos. Te dice hola con la mano. Otra mujer hermosa está hincada ante ella y también te mira, a través de un antifaz. Sientes una lengua pasando por tu abdomen. Descubres a Jessica, con el pecho manchado de negro, parece tener algunas letras, como una palabra escrita en su cuerpo. Te duele la cabeza y no sabes que está pasando.

--- Vamos Doll, reina, es para hoy --- Le dice la mujer sensual que sostiene su cadena. Y tú sientes que puedes dudar de cualquiera que conozcas, sientes que Alos tiene un brazo muy largo que alcanza a cubrir a todos tus seres queridos, que Jessica también es parte de ese grupo de desquiciados lacayos del asesino de Gus.

La incertidumbre pura está absorbiendo tu realidad, tus seres queridos no son los que creías. La mujer sensual, Silberstein, según dijo Christa antes de marcharse, disfruta tu sufrimiento. Luego te das cuenta que no estás sufriendo, que disfrutas cuando Jessica, o Doll, pasa su lengua por tu pene. Entonces puedes decir que Silberstein es parte de tu placer.

Confundido como pocas veces en la vida, intentas razonar. Fijarte objetivos es tu forma de resolver problemas, pero necesitas hablarlo con alguien para que funcione, y parece que ahora no tienes a nadie, Jessica es otra de las seis más buenas, otra más en la cual dejar de confiar. En cierta forma siempre lo supiste, por ello no te molestas en preguntarle que demonios está haciendo, su rostro revela todo menos la expresión de alguien que está siendo forzada a realizar actos contra su voluntad. Su boca que succiona con violencia te lo reafirma: Jessica es Doll, Jessica está con Alos.

Silberstein toma un recipiente pequeño y se acerca para dárselo a Jessica.  La competencia tendrá una ganadora, y esa será la que te resultó más odiosa. Alos podrá decir que sus métodos te rebasaron. Escapa. La palidez de Jessica frena un poco tu razonamiento, el rostro burlón de Silberstein tiene el efecto contrario. ¡Escapa!

Arrebatas las cadenas. Ahora tú eres el amo. Tiras fuertemente de ellas y escuchas como gimen de dolor,  como se les va el aire a Jessica y a la otra mujer que desconoces. Te lanzas sobre Silberstein pero ella ha sido rápida, te ha esquivado y te ha herido en el costado… ¡con un cuchillo con mango de dedo humano!

Escuchas como Jessica y la otra siguen gimiendo de dolor, mientras Silberstein alza la mano para asestarte otro certero cuchillazo. Sus ojos son frenéticos, grita:
--- Te lo advertí Tillcito, estás acabado mi rey. ¡Eres nuestro!
Esto te inyecta rabia, le arrebatas el cuchillo, y no sabes ni como la tienes a tu merced, de espaldas al suelo, con un gesto de seriedad que borra toda la imagen provocadora que se había forjado ante tus ojos. Pero tú no eres asesino, después de todo fue Layla la que se clavó el cuchillo, no tú. Así que mejor escapas de ahí cuanto antes.

XI – Tren
Son las 9:15 am. Till viaja en tren ligero. Silberstein pinchó sus neumáticos hábilmente y ahora él viajando en transporte público. Jessica le traicionó también. ¿Ahora que vas a hacer Till? Vengar la muerte de Gus sigue en pie. Irá a confrontar al enemigo. ¿Podrá? Lleva horas dando vueltas de norte a sur, de una terminal a otra del tren. No fue tan profunda pero aún así, la herida duele.

Y de pronto. Una camiseta le devuelve a la realidad. “Eres nuestro” dice la camiseta. De inmediato arremete contra el portador, un joven de aparentes 16 años que posiblemente se dirige a la escuela, quizás la preparatoria.

--- Me la regaló una amiga ---Responde el joven ante las preguntas de un desconcertado Till.
--- Están de moda, no soy el único, güey --- Till mira a su alrededor y en efecto. Camisas con el “Eres nuestro” en todas direcciones. Till luce como un maniático, acaso un paranoico. Piensa en como lo perciben los demás con ese comportamiento y se baja en la siguiente estación. Se frota el rostro. No se da cuenta que una hermosa rubia se ha abajado tras él siguiéndolo. Reni.

XII – Reni Levedad y Calma
--- Hola corazón, ¿puedo acompañarte? --- dice enternecida, la rubia.

Till no sabe porque se siente confortado con su presencia. Quizás porque se siente atraído, porque no la percibe como una más de los secuaces de Alos. Aunque sabe en el fondo que es igual que Christa o que la difunta Layla, o que Silberstein o ahora incluso Jessi. No alcanza a comprender que la diferencia es que ella no lo ha traicionado, como Christa o Jessi, no ha muerto sin poderla conocer bien, como Layla, y no es simplemente insoportable, como Silberstein. Ella ha sido directa con él, desde el inicio.

--- ¿Cómo te llamas?
--- Reni.
--- Siéntate Reni, necesito hablar contigo.

Reni tomó asiento. Llevaba unos pantalones para hacer ejercicio y una blusa rosa también para el ejercicio, que tenía también el estampado maldito: “Eres nuestro”.

Till recargo su cabeza en el hombro de ella.
--- No alcanzo corazón, estoy muy chiquita, mejor acuéstate en mi regazo.

Y éste obedeció como un niño, el dolor de cabeza pareció desaparecer después de unos minutos de silenciosa presencia de esa muchacha vivaz. Entonces Till habló:
--- Por favor Reni, dime que tenía que ver Gus con ustedes, ¿Por qué lo mataron? ¿Qué hay detrás de todo esto? Me estoy volviendo loco. Nada es lo que era.
Reni sonrió con una naturalidad que a Till le pareció inaudita dado el contexto, y miró al joven. Le parecía tan atractivo con su cabello desordenado y castaño claro, y su rostro serio, como enojado pero al mismo tiempo coqueto. Sus labios rosas y carnosos. Su frente amplia cubierta por el mismo cabello desordenado. La forma de su barbilla ligeramente, muy ligeramente, cuadrada. Quería abrazarlo y no soltarlo en todo el día. Sí, solo todo el día, Reni no será jamás de esas que piensan en el para siempre.
--- Te estaba buscando justo para aclarar tus dudas bombón.

sábado, 25 de diciembre de 2010

¿Y QUÉ ES ESO QUE LOS MORTALES LLAMAN NAVIDAD? (PURAS MORTALIDADES NO.3)

La Navidad. La diversión. El nacimiento de cristo. Estás sentado en tu oxxo favorito, te expreso que prefiero los cafés clásicos, como el Madoka, respondes que tú no te cansas de los oxxos, estás pues, bebiendo un café, observando recurrentemente los zapatos de las mujeres que van entrando al lugar (tú tienes algo bastante "interesante" con los zapatos de mujer). Lees un artículo de periódico cuyo autor se queja porque en nuestros días la idea religiosa original de la navidad está prácticamente olvidada y ya nadie hace mención a motivos espirituales como principal razón para reunirse en familia, cenar, darse abrazos y regalos. Nadie se acuerda ya del dios de la tradición judeo-cristiana, nadie se acuerda de su hijo, que a su vez es él mismo hecho carne (es difícil de explicar). Te preguntas si es relevante el motivo original, si realmente nadie se acuerda del poderoso Jesús y si no basta con que los mortales se reúnan para demostrarse afecto, "por qué, eso es lo que hacen, ¿cierto?". Aquí comenzó tu diversión indagatoria, otra razón más para vagar entre los mortales. Toda divagación te parece inútil sin una pregunta que responder, la esbozas y después de terminar tu café, enrollar tu periódico, guardarlo en tu saco, ponerte tus guantes y salir del oxxo, la tienes: "¿Y qué es eso que los mortales llaman navidad?"

Caminas en la tarde del 23 de diciembre, por las calles del centro de la ciudad de occidente. Y lo que ves es gente atiborrando los locales comerciales, asumes que están buscando regalos para sus seres queridos. Hay adornos navideños en las calles. Sabes que están ahí porque el gobierno los ha colocado, te parece un indicio de que la navidad va más allá de la religión, es un evento cultural que engloba más planos que el espiritual (¿qué asunto de un grupo social trata sólo de lo espiritual?). La institución que gobierna este pedazo de mundo que habitamos fomenta la navidad, el que preside este país mandando un mensaje navideño a toda la nación te lo confirma. Tienes indicios, afirmas: Navidad es buscar regalos para los seres queridos, uno mismo cuenta como ser querido, dices, te doy la razón con un silencio, continúas, navidad es regalar, y navidad es colocar adornos en todas partes, calles, edificios, casas, instituciones comerciales. ¿Es relevante si está o no Jesús en ello? Te pregunto, luego brincas de emoción y preguntas: ¿Estuvo Jesús en ello algún día? Pero no te precipitas, aún hay mucho que observar.

Llegando a tu casa (aquel lugar en donde tratas de adaptar tu inmortalidad con lo que se considera vida cotidiana mortal) hay gente elevando oraciones al cielo, cantando, con velas, panderos, maracas, y unos pedazos de papel que leen mientras cantan. Los vecinos no hacen eso regularmente, éste es otro indicio de la época. Entonces, navidad es reunirte con tus vecinos, a orar, cantar, comer tamales, tomar ponche, comer buñuelos, tomar chocolate o atole, romper piñatas, bailar, charlar, intercambiar comentarios sobre las existencias ajenas, etc. Intuyes a Jesús en esto porque la idea básica de las posadas, dice doña Lichtgestalt, y le secunda wikipedia, es recordar el camino que recorrieron la madre de Jesús-Dios y José el carpintero (que no el padre de Jesús-Dios, porque dice la tradición que Jesús-Dios vino al mundo por obra del espíritu santo [quien también es dios, pero no del todo, es decir... bueno no intentaré explicarlo ahora, además esa información no es para razonar, es para tener fe]) desde Nazareth hasta Belén, para empadronarse en los censos que mandó a hacer Cesar Augusto, hace como dos mil años.

El 24 de Diciembre te reuniste con Enrique Kaufmann para plantearle la pregunta, éste, en otro de sus intentos por negar tu influencia sobre él, te dice que la navidad es un pretexto de los jóvenes de hoy para ingerir bebidas alcohólicas en cantidades excesivas, introducir químicos que alteran su percepción de la realidad y sostener relaciones sexuales, mientras escuchan música en volúmenes también excesivos. Te pregunta si acaso está Jesús en ello. Permaneces en silencio como cada que recibes una pregunta que te parece compleja y meditas una respuesta. Y, como también sucede, él no te da oportunidad para pensar y continúa: "Sabe que señor Dáltanos, navidad es el Santaclós de la coca-cola, sonrosado hasta parecer un vil borracho, sosteniendo una coca y diciendo: 'Unidos hacemos la magia realidad'. ¿Ve usted en ello a Jesús, señor Dáltanos?" Su reunión termina. Tú silencio ahora es la reproducción fiel del silencio aquel ante el joven Enrique, yo sospecho que encontraste la respuesta a su pregunta pero preferiste no expresársela.

Revuelves más, buscas, buscas una respuesta, abordas a una chica que iba caminando por la de Juárez te dice que la navidad es espantosa porque está obligada a pasar todo el día ordenando la casa y preparando la comida, y que, como odia a su familia, pasar tiempo con ella en este día es, cito: "como la muerte". Otra chica (¿por qué siempre le preguntas a las chicas? Yo lo sé, pero ¿Lo sabes tú?) afirma adorar la navidad, dice que su madre cocina sabroso y en abundancia, y que sus hermanos vienen de Estados Unidos y la familia entera convive y que siempre le hacen regalos caros, su novio, sus padres y sus amigas y amigos y sus hermanos que vienen de Estados Unidos. La navidad es reuniones familiares, regalos y cenas.

Interrumpes mi narración de hechos pasados a manera de boletín, para preguntarme que es la navidad. Te respondo que no soy un mortal, que mi respuesta no dará fin a tu interrogante, pero parece no importarte, así que te respondo: Navidad es la festividad iniciada por los cristianos primitivos y oficializada por el imperio romano (aquellos viejos tiempos en que ser cristiano se volvió una obligación ciudadana) para celebrar el nacimiento de cristo. Luego fue repudiada por los protestantes primitivos por considerarla un lazo con el paganismo, porque, según sus estudios, el 25 de diciembre se celebraba la fiesta de Saturno y lo que hizo el imperio romano fue reemplazar Saturno por Jesús, además la consideran una fecha inexacta porque dicen que Jesús nació en la primavera, no en el invierno. Navidad es sincretismo religioso.

Sin embargo no debe parecerte extraño que la celebración haya trascendido el plano religioso, sabemos tú y yo que nada es mono causal, que hay un entramado indisoluble cuando se habla de "lo humano". Navidad entonces fue más allá de lo religioso para representar la unión familiar, el amor entre los seres humanos, compartir, dar y recibir, alegría, esperanza, perdonar y toda esa serie de ideales que a ti tanto te gustan. Algunos dicen que Jesús fue olvidado deliberadamente, otros que se diluyó entre la mercadotecnia, otros (entre los que extrañamente creo que estás tú) llegan a decir que Jesús está implícito en ello, que no importa si ya nadie lo recuerda, mientras se recuerde su mensaje: Amor. Luego llegó el sistema económico actual que toma todo como explotable en términos comerciales y vender felicidad y esperanza pareció muy rentable así que, bomba, La Navidad es el evento comercial del año.

La navidad es todo esto, pero además es la forma en que los mortales viven todos los veinticincos de diciembre de su existencia. Eso ya lo sabes, a veces me parece que olvidas deliberadamente para divertirte ante la falta de certezas. Elevas tu taza de Glühwein, me miras y en tu mirada leo un: "gracias por tu amistad y por esta charla Londres, me haces recordar lo que en nuestro reino es evidente, perdón, a veces vivir entre mortales me confunde" te devuelvo una mirada de: "Gracias a ti Dáltanos, dejarás de ser tú cuando tu diversión ante cualquier detalle termine, sé que no agradeces mi amistad sólo para ir acorde con 'el espíritu navideño'" te levantas de tu asiento y piensas "No, no te confieso mi afecto porque es navidad, aunque el buen Jesús está implícito en lo que hago, igual que todos los inmortales". Partes a tu casa mortal a algo que los mortales llaman el recalentado. Río, porque sabía que estarías entre los que aún ven a Jesús en todas partes. Vuelvo a reír porque si aún estuvieras aquí leyendo mi mente dirías: No veo a Jesús en todas partes, Londres, lo que veo es su mensaje cargado de humanismo, lo que veo es que los mortales se permiten actividades amorosas una vez al año por decreto y tradición, y todo porque les hicieron creer que un tal Jesús vino al mundo un día como éste pero de hace dos mil años, si esa no es La unión que hace la magia realidad entonces no se cual es.

Por 
Juan José Londres
Ministro de Asuntos Mortales

martes, 21 de diciembre de 2010

EL ATAQUE DE UNA PODEROSA MUJER (ERES NUESTRO NO.12)

VII-      El momento después
Ya está hecho. No estarás más con Christa. No la vas a olvidar, no vas a dejar de amarla, solo no estarás más con ella. Ya no tienes que rescatarla de las garras de esos locos, un objetivo menos que cumplir. Ahora conduces al barranco mientras tratas de apartar a Christa de tu mente, buscas la forma de vengar la muerte de Gus, e intentas sacar fuerzas para enterrar a una chica atractiva.

Jessica te espera en el auto mientras tú sacas el cuerpo de Layla, lo llevas lejos, cavas una tumba y la entierras. Ya no hay evidencia. Fácil. Enterrar a Layla fue fácil, pero ¿Por qué la recuerdas con tanta claridad si ni siquiera la conocías? ¿Por qué aún sientes sus manos sobre tu pene? ¿Por qué recuerdas con una sonrisa su mirada apenada y su voz coqueta? ¿Por qué no huele a muerta?

Ahora conduces hasta la casa de Jessica. Vive sola, eso ayuda mucho. Ya están en su casa, sentados en silencio, cada uno perdido en sus problemas recientes, te das cuenta de que no conoces los problemas recientes de ella, que no sabes como le ha afectado todo esto que te ocurre. Solo ha llorado. La miras para interrogarla y tiene los ojos rojos de tanto llanto. “No llores más” le susurras mientras vas a abrazarla, la llevas a su cama, la dejas acostada, ella mira al vacío, no expresa nada, luce desecha, está tan indefensa, buscas su piyama en su ropero, no la encuentras, la desvistes, le dejas su ropa interior, le quitas los zapatos, te sorprende el tacón tan alto, la arropas. Entonces ella habla al fin y te pide que te quedes a su lado.  Te recuestas sobre las cobijas y pasas el brazo por debajo de su cabeza. Ella se recuesta en tu pecho. Llora. Duermes…


AQUÍ HAY MÚSICA PARA AMBIENTAR, DISFRUTE USTED



VIII - Sueña Till
Till, duerme, y sueña que Gus está a su lado, Gus y Christa lo acompañan en su vehículo. Comentan sus proyectos de vida. Entonces una cuarta persona habla. Es Alos. Tiene una voz irritante, retadora, cínica, agresiva. Siempre tiene esa voz. Till se da cuenta que Alos conduce.

--- Vayamos a la boca del lobo eh, anda Till, no seas payaso, que a ti te anda por volver a ver a mis buenas viejas.

Carcajada de Gus. Luego Alos olvida el volante y se vuelve para tomar a Christa por los hombros para llevarla al asiento delantero. Se besan. Gus ríe con más intensidad, saña. Grita aterrado Till, luces de auto, sonidos de claxon, de llantas quemándose y el auto se estrella…

IX - ¡Despierta Till!
“Till, duerme conmigo. ¿Por qué entonces me siento tan miserable? ¿Por qué me siento como siempre, como si él no estuviera aquí conmigo? No debería sentirme así a su lado. ¿No lo crees?

Ay, Jessica, no debería, no debería, no debería. Ya conoces mi respuesta, ¿no la puedes anticipar una vez más?

Layla está muerta. Christa-Davela le dirá a Alos que he estado con Till todo el día sin intentar cumplir la misión que nos encomendó. Debería hacerlo pero estoy tan a gusto aquí con él. Creo que dejaré de ser una de las seis más buenas, ahora que estoy con Till, estar con Alos ya no importa.

No Jessica, no puedes solo desear abandonarnos, no es como querer dejar de usar unos zapatos, no puedes solo desearlo…”

Las divagaciones usuales de Jessica y Doll fenecieron cuando percibieron lo peor para su causa y la de Till, alguien acababa de entrar en la habitación.

Alison Silberstein es poseedora no absoluta de un rostro camaleónico. La edad es difícil de adivinar cuando un rostro luce terso un día, y al siguiente ofrece unas arrugas evidentemente devoradoras. Es como si Alison Silberstein tuviera dos rostros. Solo los ojos azules son constantes en ella, ojos azules como el cielo. Alison, a veces tierna, a veces ruda, a veces tan joven y dulce como Layla o Reni, a veces tan vieja y acida como el mismísimo Alos. De Silberstein se conoce poco y es información poco certera. Ni siquiera aspectos que deberían ser un hecho, como su estatura o su edad son claros, no vale la pena ahondar en temas lodosos, por ahora...

Baste decir que en esta ocasión, en la oscura habitación de Jessica, lucía joven y poderosa. Un vestido vaporoso, negro y muy, muy corto, pero poco ajustado, que daba lugar a unas piernas largas, quizás más de lo que realmente eran, un peculiar cabello rubio en la capa superior y negro en la inferior, un collar con varios corazones enormes y brillantes como el oro, unos labios silenciosamente rojos, unas uñas un poco más ruidosas en el mismo color y unos tacones negros. La mirada penetrante gracias al delineador, la mano en la cintura. La sonrisa transparente, que sabe que infunde temor ante la muchachilla que tiene enfrente. Posiblemente esté pensando “ella no es rival”.

Jessica piensa que es el fin y desea despertar a Till cuanto antes pero su acción predecible es frenada de inmediato cuando el dedo índice de Alison oscila de derecha a izquierda en señal de negativa. Luego ésta parece llamar a alguien que esperaba en el umbral.

Alison tiene una mascota. Alison suele llevarla de paseo a todas partes. Alison tiene una esclava que se arrastra como perra con ayuda de una cadena y una correa. Bizarros motivos la han llevado a ser la mascota. Terquedad en este instante indagar al respecto. Decir solo que la mascota es hermosa, que tiene un cuerpo grande solo vestido por la correa y un antifaz, en esta ocación, el tradicional en cuero negro. Además lleva cubiertos los pezones con algo así como unas estrellas negras. Ella es otra de las seis más buenas, la que nos faltaba conocer. En su pecho lleva pintada una enorme y bien formada G. Mide uno ochenta y pesa sesenta y siete kilos.

“Despierta Till” quiere gritar Jessica, es inmovilizada por la mascota de Silberstein. Lo llamativo es que bastó poner un dedo en el cuello de la joven, como si hubiera un botón inmovilizador y que cambia la actitud. Silberstein ahora la llama, le entrega una correa. Toma un marcador negro y escribe sobre su pecho: Doll. Parece que alguien al fin tendrá la secreción de Till, y esta competencia absurda tendrá ganadora...

viernes, 17 de diciembre de 2010

POBRES DIABLOS (CUENTOS AL CHILE NO.1)

- Lo tengo, lo tengo, se trata de poner en ridículo a ese bastardo, ¿cierto?
- Pues sí, pero no sabemos cómo, ¿Qué tienes?
- Un desplegado. Un desplegado, un comunicado de prensa, un anuncio pagado, ¿me sigues?
- Pero por el amor de dios Carlos, date cuenta que nuestra imagen quedaría en mal estado, ¿sabes qué dirían esa bola de pobres diablos?
- ¿Quién los electores?
- Ellos dirían algo así como, "a ver, el partido tricolor dice que el amarillo y el azul son unos incompetentes, pendencieros, que deberían desaparecer por el bien de la nación, el partido amarillo dice que los azules y los tricolores son unos vende-patrias, incompetentes, mafiosos, que deberían desaparecer por el bien de la nación, el partido azul dice que los amarillos son un peligro para el país y los tricolores unos rateros corruptos que, al igual que los amarillos, deberían desaparecer por el bien de la nación".


Silencio.


- ¿No sé a donde quieres llegar?
- Carlos, ¿no puedes leer al menos una coincidencia?
Grillo nocturno suena para confort del que le huye al silencio.
- Sí iniciamos una serie de declaraciones para adjetivar al otro...
- ¿Te refieres a chingarnos a ese puto diciéndole sus verdades?
- Sí, si hacemos eso, la gente va a empezar a decir que somos una bola de idiotas incompetentes, que nuestros sueldos están inflados, que somos rateros y que deberíamos desaparecer por el bien de la nación.
- Ay no mames Juan Manuel, me acabas de decir que son unos pobres diablos, ¿tú crees que van a llegar a esa conclusión algún día? A ellos les vale madre que ganemos entre 31 mil y 157 mil pesos, les vale madre que trabajemos pocos días y que nuestras vacaciones sean tan extensas. Sí ni enterados están de nada y aunque lo estuvieran mi Juanma, ni aunque estuvieran enterados harían nada, todo producto del relajante que les aplicamos, aunque muchos dicen que es todo consecuencia de la "portmodernidá"
- Posmodernidad, Carlos, se llama posmodernidad.
- Eso es lo de menos, tonces que Juan Manuel, ¿le entras a lo del anuncio pagado?
- Pero Carlos, sería una sinvergüenzada.
- Pues allá tú, muy honrado ahora sí, ¿no?


Juan Manuel parece intrigado, al principio se dijo que rechazaría cualquier táctica intimidatoria por considerarla del viejo partido tricolor. En este momento tiene un momento de éxtasis, un momento de revelación, instante de instantes en que su conciencia adquiere dimensiones infinitas: "Esto no debería ser así. ¿Por qué atacar al adversario político, de verdad no tenemos argumentos positivos, algo bien que hayamos hecho en el gobierno?" "Si todos mis conocidos dicen que este al que quiere Carlos atacar, realmente está haciendo las cosas bien" Mira a su compañero de partido, Carlos, y le recuerda tanto a esas caricaturas de Alberto Isaac, tiene la imagen del típico político del viejo régimen, los lentes oscuros, el bigote, el cuerpo ancho, las patillas, el saco y la corbata, los dedos gordos y sudorosos. "No, no, no y no soy como Carlos, por el amor de dios, si me inicié en la política para ayudar a mi colonia, ¿Cómo llegué aquí? Pero ahora todo será diferente, desde hoy cumpliré mi función al pie de la letra, visitaré las calles, rechazaré los bonos (hasta el navideño) rechazaré el IPAD que nos regalamos, y el auto que viene con el cargo, reduciré mi sueldo a la mitad y escucharé seriamente a los necesitados"


Una adrenalina corrió en ese momento por el cuerpo de Juan Manuel, sería, ahora, un político cómo nunca había existido desde los tiempos de mi general Lázaro Cárdenas.

Azarosa y muy compleja es la mente del ser humano, pues todos los lectores y los electores esperaron a ese político innovador, el que se atrevería a conjugar lo inconjugable "Político honesto". Extrañamente ese político nunca llegó, y a la semana se publicó el siguiente comunicado en los periódicos locales:


EL INFORME DE BETO ALPUERTO, UN RECUENTO DE MENTIRAS Y PROPAGANDA
En un acto de pedantería, falta de cordura y enorme represión, Alpuerto Remírez autocalificó a su gestión como de reconstrucción y que hace historia. Esa alabanza en su propia boca es muestra de la carencia de autocrítica y afán de hacerse propaganda que domina el presidente de Tlajomilco.

Por lo señalado, Alpuerto no tiene legitimidad para hablar de honestidad, transparencia, ni rendición de cuentas: su gobierno se sustenta en la subordinación a los intereses de la ultraderecha, como lo acredita su manejo doloso de las funciones municipales, en apoyo a voraces intereses inmobiliarios que se han coludido con El Yunque.

Este primer informe es testimonio de la vergüenza de gobierno que padecemos en Tlajomilco.
Atentamente
Tlajomilco de Íñiguez, Jal, 03 de diciembre de 2010.
Mtro. Juan Manuel Sito.
Regidor.

Y a todo esto, ¿quienes son los pobres diablos que dan título a este cuento? Me pregunto mientras le doy al botón naranja de: publicar entrada.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

APARECE OTRA MUJER "BUENA" (ERES NUESTRO NO.11)

VI- Adiós Christa-Davela
Jessica lo observa con la mirada baja y muy nerviosa porque presiente que esto no terminará bien. Sin embargo presiente que Christa recibirá lo que ella (Jessica) cree que merece, y eso le gusta mucho. Till ya sacó a Christa por la fuerza. Cierra la puerta y empuja al objeto de su rabia contra la misma. Christa lo mira con entereza.

--- ¿Qué pretendes Christa? ¿Por qué has vuelto a mi casa después de lo que me hiciste? ---
--- No he comprendido cual es tu punto. ¿Puedes ser más explícito?
--- ¿Quieres que sea más explícito eh? ¡Bien seré lo más directo que pueda!

Ahí está Jessica aislada por el auto, sin tener claro que palabras están utilizando Christa y Till, solo puede ver el rostro de él, y apenas se puede concentrar para leerle los labios. Teme lo peor. Teme lo que Christa pueda expresar. Teme que ambos se pongan de acuerdo para culparla por el cadáver que llevan en la cajuela. Pero esa teoría pronto se va al diablo cuando Till le da una bofetada a Christa. Y de todos modos la reacción de Jessi es la misma: Terror.
--- ¿Quiero saber quien es ese Alos y por qué le obedeces como si fuera tu amo? ¿No sabes que él mató a Gus?
--- No estoy en condiciones de responder a eso ni aunque realmente te interesara todo esto.
--- ¿Qué quiere decir? ¿Qué pasa? ¿Qué demonios te pasa Christa-Davela? ---Tiene angustia en la voz, preocupación porque no sabe como han llegado a esto cuando ayer estaban tan bien, ayer cuando todo la vida era estable.
--- No me permiten hablar de eso ---Christa mirando a los ojos.
--- ¿Quién? ---Till en el punto álgido de su desesperación. Christa calla y ahora trata de volver al interior del auto. Till la detiene del brazo.
--- Es Alos verdad. Es ese imbécil de Alos… ---Ahora todo odio.
--- No le llames así ---Christa vuelve a mostrar emociones. Till ahora quiere volver a abofetearla.

Un auto pequeño deteniéndose adelante del audi, contiene algo que le provoca otra inusual mueca emocional en el rostro a Christa: preocupación. Con premura habla:

--- Tienes que irte de inmediato Till, Alisson Silberstein está aquí y créeme cuando te digo que ella está desquiciada --- Till no olvidará la voz asustada, los gritos de súplica de Christa para alejarlo lo más pronto posible de la mujer que salía de ese vehículo que se paró delante de ellos. Era Alisson Silberstein y era otra de “las seis más buenas”. Tenía el cabello lacio y brilloso color negro pero parecía portar una peluca. La nariz llamativamente fina, la frente amplia cubierta por ese luminoso cabello, unos anteojos rosa en forma de corazón, y un vestido morado bastante corto y con rayas negras muy delgadas corriendo a lo largo, con mangas cortas y abombadas y un escote de regulares dimensiones. Portaba un altavoz con el que se dirigió a Christa y Till:

--- Noches buenas y afectuosos besos, me parece que están siendo agraviados por mi presencia, y la cosa continuará hasta lograr mi objetivo así que no pongan resistencia, en especial tú Till Block, porque necesito tu saliva y no volveré a avisarte sobre cualquiera de mis acciones ni seré benévola si en este instante vuelves a tu auto y huyes de mi. Si tu decides subir a tu auto no te seguiré hoy pero ten por seguro de que conseguiré mi objetivo y te dejaré una honda impresión en el alma como no podrá hacer ninguna otra de las seis más buenas, ni siquiera esa Bela que te acompaña. Si decides subir a ese auto en este instante, me conocerás mejor.

“Christa es una de las seis más buenas” Till no quería saber eso. Lo sospechaba y era muy probable, era casi un hecho, pero que Christa no haya intentado robarle su secreción le había mantenido la esperanza de que no sería una de las seis más buenas. Pero ahora está mujer de atuendo llamativo le confirmaba sus sospechas. No tuvo tiempo de asimilarlo.

--- Ya la oíste mejor entrégale lo que quiere y termina con esto de una vez ---Christa mirándolo con una intensidad como nunca antes. Till notó lo hermoso que podía ser ese rostro si todo el tiempo mostrara sus emociones. Su amor por ella se reforzó cuando el quería que sucediera lo contrario, por la vida oculta de ella que apenas salía a relucir.
--- ¿No querías que me fuera? --- Till intentando sonar molesto pero realmente conmovido por el rostro emocional de la mujer a la que ha amado por más de tres años. Quiere reconfortarla pero se exige interpretar el papel de la indignación.
--- No, con ella es mejor hacer lo que te dice --- Till contempló la preocupación de su aún novia, y quedo embelesado. Luego miró a Alison Silberstein, la vio pequeña, tranquila, inofensiva, y pensó que la actitud alarmada de Christa estaba fuera de contexto.
--- Sube al auto Christa, nos vamos --- Expresó sereno.
--- No Till no puedes irte, no sabes en lo que te meterás si no aceptas la oferta de Alison Silberstein.
--- Vienes o no conmigo Christa ---La tomó por los hombros y sintió que algo importante sucedería en este instante, algo que afectaría el resto de su vida. Habló--- Está es nuestra última oportunidad, sino subes ahora puedes considerar oficialmente terminada nuestra relación y no querré que vuelvas a mi casa nunca más diga lo que diga mi papá.

Un silencio.

--- ¿Entonces Christa?
Ella miró a donde estaba Alison, luego miró el interior del auto de Till y pudo ver el rostro desencajado de Jessica. Tomo una decisión.
--- No abandones a Jessica por nada del mundo. No la abandones por nada por favor. Le diré a Alison Silberstein que has elegido partir. Me ha gustado conocerte. Christa-Davela te extrañará Till. ---Su tono sereno regresó. Se dio la media vuelta y fue a donde estaba Alison. Era el fin de Till y Christa-Davela.

Till la vio alejándose de su lado, Christa-Davela diciéndole hasta nunca. Recordó la primera vez que la vio, una vez que tuvo que usar el tren ligero y al momento de sentarse quedo frente a ella. No supo cual de todas sus características fue la que le hizo amarla en ese instante. Pudo ser el cabello rojo incendio o el contraste con su cara inexpresiva, o los ojos carentes de vida, o los anteojos que les daban otra forma de vida, o que no dejo de mirarlo en el resto del viaje. Till no sabe que lo que le hizo amarla fue que tenía unas profundas ganas de descifrar esa prolongada mirada, no sabe que lo que encontró en ese rostro fue a su mejor amigo, su amigo de la infancia, el ser con el que lo había compartido todo y el único que podía entender al instante sus palabras, su amigo Gustavo en forma de mujer. Lo que supo es que podía pasar con ella el resto de sus días. Podía.

Vio pero no puso atención a una sonrisa en Alison, ni alcanzo a ver el movimiento de sus labios, ella decía a manera de advertencia: “Te voy a cazar” y luego le envió un beso y subió a su vehículo. Christa arribó a él después. Till subió al suyo y le dijo a Jessica:
--- Todo estará bien Jessi, te lo prometo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

ESPERO DE TU BELLEZA... (EL DAÑADO NO.7)

VISIONES MENOS FUNESTAS, ESPERO DE TU BELLEZA

Te veo y veo a un arcoíris ante mi eterna escala de grises,
Escala que se torna en distintas formas de autodestrucción, que gira y dice:
No tengas paciencia, no tengas fe, ningún futuro apagará nuestras ganas…

Mi rueda de grises gira formando figuras espantosas,
Sueños que nacen deformes, lucen penosos ante ti, mi arcoíris,
Sin embargo espero de tu belleza todo, un giro que borre mis colores grises.

Y el amor es otra de esas cosas que giran y se vuelven grises,
Así que ahora no sé como mirarte, deslumbrante belleza cromática,
Hay tantas cosas a las que he transformado en grises
Si tan solo nuestras visiones no fueran tan funestas

La rueda no se detiene y transforma todo en basura
Tramas aburridas y falta de creatividad, eso veo en cada maldito mortal, y que digo de los inmortales, no dicen nada nuevo, ya están todos muertos,
Espero de tu belleza, lo que esta maldita vida no me quiere dar y que sabe que posee.

Y no hay camino que no contenga muertos,
No hay enfermedad que no te arrebate las ganas… las malditas ganas…
Y todo se reduce a las malditas ganas. Tontos de nosotros al buscar preguntas,
Para luego buscar quien nos las conteste. La belleza se marchita,
Tu belleza está lisiada, como en silla de ruedas, tu belleza dejará de serlo,
Cuando mis grises contaminen tus colores vivos, o cuando lo haga ese bastardo tiempo.

Y no obstante sólo me queda el amor, que es otra de esas cosas lamentables,
Ningún deseo, ningún deseo, negación total, negación de la negación,
La nada que nada evita, doble negación de la verdad, doble negación de la doble negación,
Todo se vuelve nefasto, basura, decepcionante… Si tan sólo nuestras visiones no fueran tan funestas, si tan sólo este instante se volviera efímero, yo abandonaría el círculo y la vida tendría sentido, y tu belleza no me levantaría enchido de esperanza;
Porque espero de tu belleza las cosas menos funestas, las verdades menos dolorosas, y el ocaso de esta maldita parábola, sólo eso de tu belleza, de tu maldita belleza…


Por E. K.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿SIGUE ESTA PELIRROJA MOLDEANDO EL CORAZÓN DE TILL? (ERES NUESTRO NO. 10)



 V- Christa en Casa o un poco de tensión antes de terminar extra-viado
...Ahí están sentados tomando café, el papá y la novia, el gran artista plástico Tardo Block sentado junto a la alumna más avanzada, Christa-Davela, escultora, ¿la mujer que aún moldea el corazón de Till? Ambos lo ven entrar y a Till le parece que otra vez todo marcha en cámara lenta, esos ojos verde claro posándose nuevamente sobre él, el cabello rojo vivo sosteniendo la taza negra que es su favorita y que es la pareja de la taza blanca que sostiene el papá. El papá mira por encima del armazón de sus anteojos a su hijo rebelde que no quiso seguir el camino del arte y la libertad creativa sino que eligió el camino rígido de las leyes. Luego ambos, el papá y la novia, como si se hubieran puesto de acuerdo, dirigen su mirada a una bella mujer pálida y con los ojos llorosos cuya mano está entrelazada con la de Till. El padre se sorprende por ello, evita volver a mirar a Jessica pero tampoco quiere mirar la reacción de Christa. Christa-Davela impasible como casi siempre, como si hubiera vuelto a la normalidad, o como si hubiera vuelto a su farsa de impasibilidad, depende de los ojos que miren. Como si no hubiera besado a Alos. Tensión.

Till y Jessica se sientan y Tardo Block se levanta para servirles un café. Christa no deja de mirar a Jessica. Jessica se sentirá incomoda mientras esta escena siga. Till no sabe que decirle a Christa. Y se sostiene en Jessica.
--- Sabes, Christa ya terminó el esbozo de su nueva obra, es maravillosa como ella misma. --- Tardo desde la cocina. Till mira a su aún novia de vez en cuando y no sabe como verla, le parece que en cualquier momento le dedicará una sonrisa como cuando estaban con Alos. Tiene miedo. Luego piensa que debe sacarla cuanto antes de su casa.
--- Felicidades ---dice Till en tono difícil de describir, no denota interés pero tampoco indiferencia. No la mira mientras lo dice. Se sostiene de la mano de Jessica, manos ocultas bajo la mesa.
--- Gracias --- Replica Christa sin dejar de mirar a Jessica. Jessica baja la mirada y aprieta la mano de Till. La presencia de Christa la pone más nerviosa por razones que aún desconocemos. Aunque el solo hecho de haber ayudado a guardar un cadáver en la cajuela del auto ya la pone nerviosa.
--- ¿Quieres decirle como se va a llamar tu nueva creación, Christa? --- Tardo vuelve con las tazas de café. Está preocupado porque no sabe como va la relación entre su hijo y su alumna favorita y la presencia de la muchacha pálida le hace sospechar lo peor y él solo quiere el bienestar de su hijo, tanto como el de su alumna.
--- Se llama Doll --- Responde tranquila Christa. Jessica que estaba por sorber café hizo sonar la taza como si la hubieran asustado repentinamente. Till nota la mirada preocupada del padre.
--- Oh lo siento creí que ya la conocías, papá ella es Jessica, mi mejor amiga de la escuela, Jessi el es mi papá, Tardo Block.
--- Mucho gusto --- Extiende la mano la muchacha.
--- El gusto es mío. Estás, muy fría niña, te sientes bien ---Exclama Tardo al mirarla muy pálida. Jessica apenas iba a responder cuando Till habló por ella.
--- No, está un poco cansada, hemos estado estudiando todo el día, de hecho ya íbamos de salida, la voy a llevar a su casa, ¿me acompañas Christa-Davela?
--- Sí, vamos ---Till se siente aliviado al escuchar esta respuesta.
--- Papá, vuelvo tarde, no me esperes.
--- Gracias por el café señor Block, me dio gusto conocerlo --- Jessica apenada con la cabeza hecha nudos.
--- El gusto fue mío niña, que te mejores.

Se levantan, Till suelta la mano de Jessica y camina al lado de Christa, Jessi va delante extrañada, triste porque Till ha decidido llevarla ya a su casa cuando ella quiere saber que con Layla y desde luego, quiere estar con él. Christa camina con tranquilidad. Tensa calma.

Cada cuerpo un refugio de inquietudes por resolver, cada mente contiene la respuesta y el objetivo de cada una. Lo difícil es encontrar esa mente, ese cuerpo, el indicado, el que contenga nuestra respuesta y nuestro objetivo exacto. Lo difícil es darse cuenta de cual es el objetivo y que pregunta se quiere responder. Jessica solo sabe que tiene por objetivo la presencia de Till y mientras él permanezca a su lado sus inquietudes están resueltas. Till ya no sabe que hacer, su voluntad es náufraga y con ella este relato. Se puede decir que quiere conocer las causas reales de la muerte de su amigo Gus, y también quiere hacer pagar a Alos por eso. Christa tiene un objetivo: hacer feliz a un sólo ser en este mundo, y no se trata precisamente de sí misma. Las preguntas se las guarda porque le parecen innecesarias. El ocuparse de su bienestar ni siquiera está a consideración.

Silencios incómodos en el vehículo de Till. Él al volante, Christa a su lado. Layla muerta en la cajuela. Jessica en la parte trasera, retorciéndose las manos, jugando con sus dedos muy ansiosa. Till mira esos dedos ansiosos a través del espejo. Rompe el clima gélido que reino en su Audi por varios kilómetros:

--- Relájate Jessi, no iremos a tu casa, hay un asunto que quiero arreglar con Christa, solo dame un minuto para hablar con ella.--- Voz que quiere inspirar confianza. Voz paternal. Jessica intenta sonreír pero su incomodidad es tal que no puede hacerlo y sigue retorciéndose las manos al decir:
--- Está bien.

Christa con la vista al frente, tocándose las rodillas que al parecer le duelen. Cuestiona lo recién expresado por su novio:
--- Creí que íbamos a llevarla a su casa ---inalterable.
Till de pronto cree que no soporta la aparente actitud falsa de Christa-Davela, y estalla.
--- No, vamos a tu casa, tú eres a la que dejaremos en casa.
--- ¿Y por que mentiste? ---Impasible. Till lo escucha y no lo cree. Está ofendido, quiere frenar en ese instante, sacar del auto a Christa y confrontarla, decirle que no está en posición de reclamar por una mentira, no después de lo que está pasando, decirle que no vuelva a su casa, que su relación ha terminado ¿Se contiene? ¡No! Ya ha frenado, ya ha bajado del auto, ya va a abrirle la puerta a Christa...

viernes, 3 de diciembre de 2010

CONFESIÓN APENAS SOCARRONA SOBRE EL TRANSITAR (PURAS MORTALIDADES NO.2)

La vida, la sociedad, la vida en sociedad, existencia. Los mortales de este pedazo de tiempo (siglo XXI, año 2010 de la era cristiana, diciembre 3, viernes a las 11:45:37) dicen vivir en sociedades que tienen como principios originales la libertad, la igualdad y la fraternidad. Conceptos más conceptos menos, la gran mayoría de las sociedades mortales actuales incluyen por definición siempre estos tres. Democracias dicen ser. Río.

Adueñarse de un espacio implica, según tu discurso, tener la capacidad de moldearlo con cada acción. Nos ha convencido tu discurso, por eso estamos aquí juntos. Has vivido en el ambiente que creíste correcto, apegado a principios de convivencia. Por eso te sorprende tanto la capacidad de los mortales para olvidarse de sus principios de vida, su capacidad para ir incluso en contra de ellos, y encuentras tantas incongruencias en sus prácticas. Luego giras la cabeza, miras a la ventana y te acuerdas que no todos conocen la historia, que no todos saben como demonios llegaron a donde están ahora ni hacia donde se dirigen. Que no saben en donde y bajo que conceptos viven. Problemas en apariencia de carácter teórico que sin embargo "extrañamente" complican las prácticas.

Pasemos al plano de la acción, si te parece. Estás en uno de tus primeros días fuera del Reino, ¿Recuerdas? Saliendo de la estación San Juan de Dios del llamado tren ligero de la ciudad de Guadalajara, en este país al que llaman México. Lo primero que haces es asombrarte, no por las ropas, no por su lenguaje, no por sus artefactos, sino por la rapidez con que ellos caminan, parecen incluso correr, "tienen prisa" te dices a manera de pregunta poniendo la mano en tu barbilla y torciendo tus bellos faciales inferiores. Con el tiempo descubriste que el ritmo de vida de los mortales es pretenciosa- y al parecer también convenientemente acelerado, que la mayoría de los espacios están hechos para transitar, ir de un lado a otro, moverse. Lo segundo que vislumbras es su capacidad para ignorar a sus iguales, caminan rápido sin prestar atención al otro, no se miran a los ojos, no se dirigen ni el más elemental "¿Cómo estás?" o un "Buenas Tardes". Con singular alegría descubres que existen seres que sí se detienen a considerar al otro, con alegría descubres que la idea de fraternidad está viva. Con pesar descubres que la situación-problema aquí es que hay una inmensa mayoría de seres que hablan de categorías de humanos, hay quién dice merecer trato preferente y que da trato despectivo al que considera inferior. "Wie Schade" expresas en tu siempre precario alemán (te he ofrecido clases, las rechazas invariablemente). Aún no comprendo porque tu necesidad de "encaminarlos" por un buen camino. Te he dicho que me parece que quieres imponer tu moral sobre ellos. Giras la cabeza en señal de negativa, con ese gesto muy tuyo de incredulidad alegre. Dices que quieres que ellos se construyan la suya.

Abordaste el tren. Quedaste maravillado, pasajeros leyendo libros o el periódico, en nuestro Reino la lectura es muy valiosa "aquí también leen" dices interrogante para ti mientras pones la mano en el pasamanos para conservar el equilibrio. Los anuncios comerciales pegados en el interior, los mensajes con los que son bombardeados los mortales y cómo estos ya ni son conscientes de la cantidad de información que les entra por los ojos. Las conversaciones de ellos, algunas las consideras vacías, otras informativas, todas constructivas. Las fragancias de sus perfumes, las formas en que se visten, algunos chicos parecen uniformados, notaste que ellos no se dan cuenta. Las mujeres, "las fascinantes mujeres". Y esos artefactos de los que sale música, que se introducen en los oídos, yo ya había diseñado unos de esos hace años. 

Toda una estampa para tu cuaderno de memorias, tus primeras memorias de vuelta entre los mortales. De este tipo de vivencias quiero hablarles en nuestro boletín, pero en un tono más socarrón ¿Estás de acuerdo? "Preferiría el tono confidencial, como si me lo estuvieras diciendo a mí" me sugieres, "ya veremos, ya veremos, quizás intente un tono de confesión socarrona" te respondo sonriendo.

 Por
Juan José Londres 
Ministro de Asuntos Mortales

lunes, 29 de noviembre de 2010

ESCENA DE MUERTE (ERES NUESTRO NO.9)

IV- Escena de Muerte
El momento en que volvió a su habitación será para este muchacho uno de esos momentos en que la vida parece ir en cámara lenta y en que recordará cada detalle hasta que muera, la respiración agitada de Jessica a su lado, sus dedos fríos entre los de ella más fríos aún que le hacen saber que a veces si es agradable caminar de la mano de alguien, el rechinar del piso, cuya alfombra silenciaba sus pasos, el entrar de la llave y el girar de la perilla, la luz del pasillo entrando con la puerta apenas abierta de su habitación y cuando encendió la luz… Pensó que aquello desaparecería… que era parte de un sueño… también pensó que no volvería a verlo pero ahí estaba… Layla más pálida que cuando la dejo en la mañana, más pálida incluso que la mujer a su lado a la que le sostenía la mano que era la mujer más pálida que conocía, la sangre seca en la alfombra, y en la piel y el vestido de ella. Pero algo no marchaba bien, o eso pensó cuando notó que no despedía un hedor putrefacto sino que por el contrario, el perfume de la muerta aún estaba presente en la habitación, un aroma floral muy dulce que a ella le sentaba bien en vida y parece que también en muerte.

Jessica aprieta su mano con más fuerza, ahora suda pero sigue estando helada. De camino a casa él ha pensado como deshacerse del cuerpo, y decidió que la va a envolver en la alfombra ensangrentada, la va a echar en la cajuela y la va a tirar en un kilometro lejano de alguna carretera, o quizás en la barranca. Pide a Jessica que le ayude a envolverla y ya la lleva en el hombro, tiesa y fría, y ya la deposita en la cajuela. Mientras cierra, divaga, ¿Fue más fácil de lo que creyó? Todo indica que sí pero aún falta tirarlo en las afueras ¿Era necesaria la presencia de Jessica? De eso no le queda duda, solo falta darle otra explicación, la notó con ganas de llorar cuando descubrió el cuerpo y no quiere que se ponga mal, ya ha tenido suficiente en los últimos dos días.

Sube las escaleras y ve a su amiga sentada en su cama con la cabeza agachada, se inca ante ella y le levanta el rostro, está rojo y de sus ojos brotan las lágrimas, ella se quiere cubrir pero él no la deja, se pone en pie de nuevo y la pone de pie, la abraza con fuerza y le acaricia el cabello. Está consternado por ella. No sabe que decirle, parece que mentirle le va a costar más trabajo. Aún no se arrepiente de haberla involucrado en este asunto; ni de no contarle la verdad sobre Layla.

--- ¿Qué fue lo que pasó Till? --- Habla sollozando, con dificultad.
--- Ella entró a mi casa, yo no le hice nada, ella se… se mató sola, créeme, yo no la conozco ni sé… ---Sí, mentir es más difícil cuando sientes lástima por el engañado, pero no es imposible--- ni sé porque entró aquí… créeme ---Till en tono de justificación.
--- ¿Donde está Christa? ¿Por qué no le pediste ayuda a ella, la engañabas?
--- Terminé con ella y no quiero hablar de eso será mejor que… ---Till se interrumpe, ha escuchado ruido, alguien abre la puerta y…

--- ¿Till? ¡llegué! ¿cenamos?
El joven se alarma, su pulso se acelera y tiene frio. La voz de su padre le hace saber que está en problemas, se siente terrible porque quería arreglar lo de Layla antes de que él llegara y ahora lo encuentra en plena acción, con un cadáver en la cajuela. No quiere culpar a Jessica por retardar todo pero le es difícil no hacerlo.
--- ¡Christa te busca no la hagas esperar! ---Agrega el padre despreocupado.

Till está en shock, “¿Qué hace Christa-Davela aquí? ¡Como se atreve!” Se olvida de las impresiones de Jessica, quien luce desencajada, y cree que es buena idea llevarla consigo para limitar un poco la posible actitud retadora de su todavía novia. Parece que arrastra a Jessi por las escaleras, ella se deja llevar, no pone resistencia, todo sea por su sueño hecho realidad, por su Till. Till todavía no sabe cual va a ser su actitud ante Christa, está Jessica, quien le ayudará a que ambos guarden las apariencias acaso haciendo como si nada hubiera pasado en el antro de Alos, también está su papá, quién se ha llevado bien con Christa-Davela incluso desde antes que fuera la novia de su hijo, será un tenso reencuentro con la mujer a la que, a pesar de todo, todavía ama.

Ya bajaron las escaleras y se dirigen a la cocina, dan la vuelta por el pasillo y...

jueves, 25 de noviembre de 2010

DESTRUYENDO LAS CALLES DEL REINO (EL DAÑADO NO.6)

Lo profundo - Jackson Pollock
pasando sus cuarenta años en 1953
La ira, el odio, la violencia, la misantropía, la antisociabilidad, ese soy yo, eso es lo que el señor Dáltanos rechaza porque dice que alejan de la armonía, porque dice que no es posible sostener por mucho tiempo una vida con esos principios. Tengo cuarenta años, me pregunto como entonces he llegado hasta acá si él dice que una vida así no es sostenible. Y aún no comprendo porque me pidió ser parte de su mundo, se esfuerza en usar esa frase de la construcción a través de los opuestos.

Que decir, es un buen tipo, a veces habla al estilo del predicador, le pide a todo el mundo que sea feliz, usa ese sombrero falso con el que se ve ridículo, construye un discurso de forma endemoniada, jamás le ví salir herido de ningún debate pero debo decir que no soy de los que lo acompañan a divagar últimamente, debe haber al menos un par de los que él llama inmortales que lo hayan dejado mudo. Ni que decir del señor Rojo, si dejaron de ser amigos porque el señor Dáltanos no pudo sostener su discurso ante él.


A ese hombre con disfraz de viejo sabio le digo para retarlo pero también por convicción: "Señor Dáltanos, al mundo nos echaron y eso es violencia pura que nos dañó de origen, el no haber elegido estar con vida es una condena que pesa en nuestra existencia deformándola en vida. Yo soy Dañado, todos somos y estamos siendo y seremos dañados. Nuestra humanidad original se va deshumanizando hasta la muerte. No hay nada que pueda terminar bien si empezó mal. No somos alquimistas. La vida es un deterioro con un sentido que nos está vedado fatalmente. Relativizar, subjetivizar, entregarse al pensamiento de la época como lo hace usted, es resignarse, es conformarse con respuestas incompletas e incluso falsas y simplistas".

Así le digo, así le dije la primera vez que rompí una ventana de sus preciadas calles del Reino, cuando yo era un joven aterrado que venía de leer el Demian y a Nietzsche. Él me miró intimidado, ver a alguien siendo violento lo paraliza, lo vi en sus ojos.  Se quedó en silencio mirando el vidrio roto. Años después caminando por la misma calle recordó el episodio y me dijo que en ese momento comprendió que la violencia no es forzosamente generadora de destrucción "o mejor aún, existen formas de violencia necesarias joven Enrique, como necesaria es la destrucción de un edificio si se quiere construir otro en el mismo espacio". Me llenó de ira su propensión a encontrar constructiva cada cosa que sucede. "¿Ah sí? haberlo dicho antes señor, invíteme a la próxima remodelación del reino" sonrió interpretando bien mi tono de burla, respondió: "Ya está en eso joven Enrique, está usted remodelándolo con cada paso que da". Tuve que demostrarle mi desprecio a su discurso, tomé una piedra y rompí la misma ventana que había roto en el pasado, sólo que esta vez enfundado en mi traje de hombre que ha dado pasos agigantados hasta la deshumanización final, y que acaba de terminar de leer el Fausto... y a Nietzsche.

Por E. K.

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