viernes, 22 de octubre de 2010

ERES NUESTRO NO.4

Ok, amable espectador, a partir de aquí las cosas se ponen bizarras, así que es su oportunidad de abandonar esta historia si usted es de los que le huyen a lo desconcertante, y es su oportunidad de sumarse a la lectura de esta novela, si a usted le gustan las historias en las que el protagonista huye de 6 hermosas mujeres porque quieren sustraer algo de su pobre cuerpecito! El próximo número hago una breve recapitulación para aquellos que les de flojera leer los números pasados! Por ahora Enjoy!

VIII- La Sonrisa que resplandece

…Era la canción de la muerte de Gus. Yo no sabía ni que sentir, miré a Christa-Davela y me quede impávido ante su gesto, su rostro adquiere algo por mi desconocido cuando esboza una sonrisa, su mirada como perdida permanece pero ella no es la misma ahora cuando la veo tan sonriente y sangrando.

--- ¿Les parece si subimos? Allá arriba la música se escucha bien y se ve bien también, con todas esas viejas buenas bailándola ¿no lo crees Till? Oh vamos, con confianza, puedes admitir que están sabrosas ¿no? Como para meterles un dedo como a los pasteles ¿eh?

--- ¡Quiero saber que tienes que ver con la muerte de Gus! --- Grité asqueado de sus palabras.
--- Arriba te lo expliiico Till --- Salió rumbo al antro. Christa-Davela lo siguió sin siquiera mirarme.

En el antro todos se movían al ritmo de la canción que yo asociaba con la muerte, fue tan, tan, ¡extraño! Alos subió a la parte más elevada del lugar, pidió que encendieran las luces y gritó interrumpiendo la canción.

---Cachorros del imperio, venga a nosotros tu reino, pónganse su tradicional camiseta de casa que les vamos a disparar--- Unas mujeres vestidas de blanco tomaron algo parecido a unas bazucas y comenzaron a disparar camisetas por todas partes. Alos continuó --- Escuchen muy bien las instrucciones. Esto va solo para las que están en el grupo de las seis mas buenas. Mil puntos para la que logre traerme en bolsita la secreción que ustedes elijan del buen Till Block Galván aquí con cara de idiota y en la boca del lobo.--- Me señaló, me sentí expuesto ---Bien, buena suerte. Ah y ai disculpa mi buen Till porque no te explique la muerte de Gus y por las molestias que esta competencia te traerá. Recuerden, cualquier fluido salido del cuerpecito de Till es válido, la primera que llegue a mi despacho gana, d’accord? Ok good luck! A las cuatro, Eins, zwei, drei, vier: “¡Eres nuestro!”

Las luces se apagaron y pude ver sonriendo a Alos. Y pude ver sus dientes en la oscuridad. Me pareció que así lo tenía planeado él, que yo me tenía que dar cuenta de que él era el asesino gracias a sus dientes luminosos, justo después de enviar a sus mujeres a cazarme y de gritar aquella sentencia que yo asociaba con lo infame y lo crudo: “¡Eres nuestro!” Christa-Davela se quedó a lado de ese tal Alos. Odio. Ahora me concentro en como diablos saldré de éste lugar. Ahora me concentro en huir cuanto antes, y escapar de una ilógica competencia que acaba de iniciar ante mis ojos. Y todo porque Gus ha muerto.

4 comentarios:

  1. Me sorprende que todavía no te hayan comentado, esta es la parte donde la intriga crece, Soy Lotard.

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  2. Ahhhh, sencillamente brillante! Sólo le encuentro un fallo: se me ha hecho corto.

    Un gran saludo!!!

    PD.-¿Es una impresión mía, o Till se parece sorprendentemente al cantante de Franz Ferdinand?

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  3. Sí, a mi también me soprende Lotard, algo ha pasado con la sección de Eres Nuestro que no genera comentarios como lo hacen las otras secciones, no creo que sea difícil de leer, ¿tú lo crees?

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  4. Jeje, pues sí Mercedes, la idea era que fuera corto esta vez. Y sí, descubriste la identidad secreta de Till, que observadora eres, jejej! La verdad es que para esta historia generé personajes en mi cabeza y luego los adapté con alguna imagen que encajara con lo que imaginé, y Till encajó con Alex Kapranos de Franz Ferdinand! Abrazo!

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