Y LA GANADORA ES...

(ERES NUESTRO NO.16) 
(FINAL DE LA PRIMERA PARTE)
XIX – Y la ganadora es...

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“Amor Rojo, se frota las manos como cada que desespera, como cada que no entiende lo que está estudiando o cada que alguien lo hace esperar mucho. Como la última vez que nos vimos. Nunca se había dejado la barba, una barba apenas ligera, de dos días. Se ve tan bien. No se parece a Alos. Frente a él me siento. Te dije que no abandonaras a Jessica. Hola de nuevo Till Block.”

“¿Dónde está Doll? ¡¡Quisiera matarte estúpido Alos!! Ah, y ahora Christa o Bela o como se llame vendrá por mi secreción… Oh, pero es que aún te amo, te veo aquí y aún siento algo dentro, y de pronto si quisiera caminar de la mano contigo y abrazados, por más impráctico que eso sea.”

--- ¿Donde está Doll? ---Till quiere hacer notar que está enojado.

--- Te dije que no abandonaras a Jessica ---Bela mirándolo fijamente.

--- ¿Dónde está?

--- Está con Alison Silberstein. Pero dime, que quería Reni de ti.

--- ¿Por qué no me dijiste que tú sabias quien y porque mataron a Gus? ¿Por qué lo mataron?

--- Una respuesta a la vez.

--- Reni quería que la acompañara a su casa y luego le enviaron una nota y cambio de planes.

--- No te dije nada de Gus porque él no quería que te dijera nada. ¿Quién envió la nota?

--- No lo sé, una chica del puesto se la dio, ¿Por qué lo mataron?

--- Por qué era su momento.

--- ¿Su momento de qué?

--- No te adelantes, ¿Qué decía la nota?

Till no disfrutaba el intercambio frio de información. Dudó un poco con esta pregunta. Intentó mentir.

--- No lo sé. Algo de Gus. ¿Su momento de qué?

--- No puedo hablar de eso. ¿Qué decía exactamente?

--- Pues entonces yo tampoco puedo hablar de eso. ¿Tienes un botón como las demás?

Bela titubeo, fue sorprendida por esa pregunta, era justo lo que quería escuchar, para eso Alos la enviaba ahí, para eso y para robar saliva, pero lo que escuchaba le indicaba que Reni había hablado de más y que sería castigada por ello. Sabía que si tan solo respondía con monosílabos moriría como Gus o Layla. Pero de pronto un impulso provocado por el rostro angustiado de Till ante ella le hizo querer ayudarlo a salir de todo esto. Quiso sacarlo del peligro. Ya había preparado algo por si le pasaba.

--- No sé de qué me hablas. ¿Quieres entregarme la nota y un poco de tu saliva? ---Dijo Bela sacando un sobre blanco de su bolsillo y poniéndolo sobre la mesa discretamente. Till leyó discretamente en el frente del sobre: Si hablo muero. Aquí están tus respuestas--- Sería lo más conveniente.

“Entonces es verdad todo eso de los botones que me conto Reni, no puedes hablar Christa. Si hablas mueres. Esto es tan irreal, tan perverso. La pregunta es si confiaré en ti nuevamente después de todo. ¿Lo haré? ¿Qué quieres decirme? ¿Me lo dirás todo realmente en el papel? Si esto es verdad, estás arriesgando tu vida por mí… Lo haré, confiaré en ti porque aún te amo Christa”

Till sacó la nota que entregaron a Reni y se la dio a la mujer de su vida que era la que tenía en frente. Sí, de pronto Bela era de nuevo la mujer de su vida. Algunos pensarán que Till es simplemente un imbécil, otros dirán que tiene fe. Algunos pensarán ambas cosas. El joven Block tomó el sobre y lo guardó donde guardaba la nota tan discretamente como la muchacha pelirroja la había colocado sobre la mesa. Se levantó y quiso darle un profundo beso, en el cual intercambiar con Christa la emoción que le provocaba estar con ella. En vez de eso escupió en el recipiente que sacó Christa, la saliva para hacerla ganar mil puntos. La absurda competencia se acabó, había hecho ganadora a la indicada. O eso creyó Till.

XX – Notas cruzadas

Salió del minisuper sin siquiera buscar con la mirada a Alos, quien, pensaba el joven, seguro estaba esperando afuera por Bela. Caminó y caminó por una avenida importante hasta que sintió que podía abrir el sobre y leer lo que Christa había querido decirle. Lee sólo una línea, se siente estúpido. La carta no contiene más que una dirección, y Till se siente tan estúpido porque cree que volvió a confiar cuando no debía y en quien no debía. Se siente estúpido porque la dirección que contiene el sobre es su dirección.

En tanto Bela salió y se dirigió a donde Alos y Alison Silberstein la estaban esperando, junto a una vagoneta en cuyo interior Bela estaba segura que estaban Doll y G. Antes que nada miró la saliva de Till en el recipiente. De camino allá leyó la nota que Till le había entregado. La nota que en un principio había recibido Reni decía:

Bela te está vigilando.

Trae a Till a mi casa cuanto antes,

Antes de que Alos nos descubra,

Atte. Gustavo Torres

Bela quiso detenerse cuanto antes, quiso tirar la nota y evitarle problemas a Till. Reni no le importaba. Justo cuando pensaba que había liberado a Till de las locuras de Alos, iría a entregarle la prueba de que Till estaba aún en medio de una lucha de poderes que lo trascendían, algo que ella quiso evitar a toda costa por tanto, tanto Tiempo. Ya no pudo hacer nada, ya está ante Alos. Ya le está entregando la nota de Gustavo Torres. Ya le entregó la bolsa con la secreción de Till, ya ve la sonrisa que Alos suele esbozar cuando quiere matar, ya va la ira en el rostro de Alos cuando lee el nombre de Gustavo Torres. Ya ve que algo malo está por suceder. Sólo espera que Till llegue a su casa y encuentre la verdad...