PURAS MORTALIDADES
Manual para entender a la gente normal (no.5)
PIZZAS!! Foto tomada del catálogo de Domino's Pizza |
1- Unos cuates comen sabrosas pizzas en un puesto callejero de esquina, mesas de metal plegables de la coca-cola, vistiendo unos pantalones deportivos, y unas chaquetas bultosas. Se hablan del final de la telenovela popular en turno, su tono es burlezco (grotesco, dirían algunos) y utilizan vocablos como edá, ira, mijo, salgase pa fuera. Un ordinario promedio (o sea el más ordinario de los ordinarios) que visite seguido este lugar, se gastará 32 pesos mexicanos en dos rebanada de pizza hecha en un hornito especial y que contiene piña sacada de una lata y jamón comprado en el supermercado, más 8 pesos de una cerveza enlatada comprada en la tienda más cercana porque el localito no tiene permiso del gobierno para venderla. La comida, dicen, es aceptable. Yo digo que está del nabo, o sea, apesta, guácala, sucks.
2- Ahí tienen a una parejilla arribando a un restaurant que dice ser de comida italiana. Tuvieron que arribar en auto porque a esa hora ya no hay transporte público. Un hombre así como que bien acicalado los recibe en la puerta, les dice caballero y dama, les indica donde sentarse, les entrega una listita así como que forrada en plastiquito (pa que no se manche pues) y les dice que más tarde toma su orden. El lugar está así como que bien bonito, hay música de fondo, luz baja, decorado por pinturas que un conocedor tacharía de abstractas, todos usan camisas de botones y algunos corbatas. Las mujeres llevan unos peinados así como que bien nice, uno como comensal debe usar una telita blanca en el regazo, se habla de buena vida, irse de fin, el cole, el próximo concierto de la banda más famosa en turno. Un ordinario promedio gastará 108 pesos en una pizza para dos personas de aceitunas negras y jamón serrano hecha a la leña, y 30 pesos en una cerveza de barril de esa que no encuentras en la tienda de la esquina. Total: 138 pesos. La comida dicen, es riquísima, a mí me parece del nabo, o sea apesta, guácala, sucks, pero ¿qué compra uno por 168 pesos? ¿Qué es lo que sucede aquí? ¿En dónde, diría mi abuelita, tuerce la puerquita el rabo? ¿No cacha usted? Aí le va otra.
3- Hay un lugar para comer, afuera de uno de esos centros comerciales gigantes. El lugar tiene un horario que le da chance a uno de llegar e irse en transporte público. En la puerta lo recibe a usted una mona uniformada, con una faldita y una blusa con colores chillones, pregunta que cuantas personas comerán, y le asignan una mesa, el lugar le parecerá al más observador como prefabricado. Cómo que muy artificialita la cosa. ¿Quién se da cuenta de esas cosas? ¿No sabe usted lector? Ok ok, sigamos. Ahí la gente ordinaria promedio habla de sus vidas, de la telenovela más vista, del próximo concierto de la banda más famosa en turno, de buena vida, de gente jodida, de superarse en la vida. Un ordinario promedio gastará 100 pesos por una de pizza de jamón comprado en una cremería gigante y piña sacada de una lata gigante que fue comprada en una cremería gigante. Se acompaña con un refresco demasiado dulce para algunos, sacado de una maquina rellenadora, con harto hielo. No se puede beber cerveza porque el lugar no la ofrece y no puedes introducir alimentos ahí porque te regaña la mona uniformada con colores chillones. Total: 130 pesos por una comida en cuyo sabor los comensales dicen no fijarse. A mi me parece del nabo, o sea, apesta, guácala, sucks.
¿Por qué hace la gente normal lo que hace? ¿Que los hace normales? ¿Se dan cuenta que compran algo más que la comida? ¿Sólo van a comer a esos lugares? ¿Van a socializar? ¿Van a perder el tiempo? ¿Van entregar sus carteras a los meseros y a decirles: tome usted todo mi dinero o, como daría mi abuelita, sírvase por la ventana? ¿Se puede comprar el prestigio? ¿La clase? ¿La buena vida? ¿Quieren y pueden asistir a otros lugares a comer una pizza? ¿Saben que hay otros sabores, otros ingredientes, otros precios, otros ambientes además de a lo que se han acostumbrado? ¿se sentirían cómodos en esos otros ambientes? ¡No deje de leer su Boletín del Ministerio de Asuntos Mortales, si es que quiere una respuesta a estas preguntas misteriosas o, diría mi abuelita, campechanas! Cualquier dudita sobre mi florido lenguaje favor de ir a preguntarle al oscuro, que yo no me encargo de administrar los comentarios de abajo!
La pizza estropeada - Foto tomada de internet |
¡Diviértase a costa de lo ajeno pero no le joda la vida al prójimo (Si puede, y quiere, diría el oscuro)!
Aznat Lefoi, ¡con sumo respeto!
"Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro".
ResponderEliminarA. Einstein.
Lúcida crítica y reflexión, señor Dáltanos. Siempre he oído que las pizzas son "calorías tontas", y, después de leer tu texto, me parecen más tontas que nunca ;-).
Filosofía de lo que llamamos "civilización"...ay...
Me ha gustado.
Un abrazo.
Don Daltanos, su texto se muestra legítimo sin traicionarse a sí mismo. Observar y cuestionar comportamientos socialmente implícitos demanda camuflaje y mucha entereza, cuál entnógrafo en terreno.
ResponderEliminarMuchas gracias por invitarnos a la reflexión acerca de nuestros ordinarios comportamientos. Cómo y por qué actuamos así? Hay alguien que gobierna secretamente nuestras acciones? Con textos cómo este puede uno terminar muy alterado, así que te dejo la tarea de escribir un nuevo episodio para darme todas las respuestas que necesito.
Yo no suelo comer en estos lugares y rara vez como fuera de casa, y casi siempre son chocolates o dulces. No sé exactamente cómo estás usando el término de "gente normal", pero yo conozco a personas que no son muy "normales" que digamos (estudian cosas como Física y Matemáticas, jeje) y que comen en estos lugares (bueno, realmente es sólo una persona, no personas, pero no la considero como el resto: superficiales). Personalmente, no me gusta gastar mi dinero en centros comerciales.
ResponderEliminarYa quiero ver más análisis de este tipo. Me ha gustado.
Saludos!
HALLO MARISA,
ResponderEliminarEl asunto ese que llaman civilización es muy importante en todo esto! Sospecho que detrás de esta idea de civilización hay una necesidad de diferenciarse, de discriminar en términos de civilizados superiores y salvajes inferiores. Esto puede verse de forma notable en los modales de la mesa. Mecanismos de Hegemonía de la burguesía para perpetuarse en el poder, diría un tal Antonio Gramsci!
PD. Debo confesar que a mi las pizzas, ME ENCANTAN!!
ABRAZO FUERTE!!
HALLO GARCÍA ROSALES!!
ResponderEliminarEsa observación participativa sí es tal cual la de un etnógrafo, y lo difícil está en poder acceder a todos los escenarios pizzeros mencionados sin llamar la atención, sin lucir fuera de contexto pero ya ve que eso a mí casi no se me da, jeje!! Y las respuestas vendrán, no vaya a ser que uno se quede en la pura "inestabilida"!
Abrazo!
HALLO DAMIÁN!
ResponderEliminarLa superficialidad me parece la habilidad principal de esa gente a la que llamo normal (también les llamo ordinarios o mi favorita: mortales. Claro todo en términos respetuosos, cometería un error de congruencia al colocarme por encima de ellos). Pero la superficialidad tiene grados, y uno de los más profundos es la incapacidad para ubicarse contextualmente, reconocer sus acciones como parte de ciertas características socio-culturales, que afectan a los otros con los que viven. La gente normal parece ser feliz sin ese reconocimiento a sí mismo y al otro, pero extrañamente se queja del estado de su sociedad, y muestra otra de sus habilidades: la de creer que sus acciones no son parte de lo que consideran "el gran problema de su sociedad"! Disculpa la extensión de mi comentario, es que estos temas me apasionan! Habrá más análisis como este en el futuro... y en el pasado, je!
Saludos cordiales!
Señor Dáltanos, tu abuelita me ha caído muy simpática! ;-)
ResponderEliminarLa mayoría de la sociedad vive en la punta del iceberg sin ni siquiera planetarse dónde está, si el iceberg continúa por debajo, si es grande o pequeño, si le puede ofrecer algo más que la punta...(un secreto: cuando voy a un restaurante, me entretengo en escuchar las conversaciones de otras mesas y saco conclusiones terriblemente deprimentes...Sí, es que soy así de masoquista, jajajaj).
Me ha gustado mucho esta entrada y estoy totalmente de acuerdo con ella!
Un abrazo! (con piña y jamón, claro)
muy interesante estas muestras de sociedad y costumbres, a veces se sale a comer -la pizza- porque no se tiene ganas de cocinar o asì para acontentar a los muchachos;
ResponderEliminartu entrada nos muestra que las diferencias sociales y econòmicas crean los espacios de trabajo para quien vendiendo sus pizzas trata a su vez de adquirir la posibilidad de ser cliente en otros sitios.
un saludo
HALLO MERCEDITAS,
ResponderEliminarME GUSTA TU METÁFORA DEL ICEBERG!
JEJEJE, ME HACES REÍR CON TU SECRETO, SOBRE TODO PORQUE YO HAGO LO MISMO, ESCUCHO, VEO ROSTROS, INTUYO ACTITUDES, ANTICIPO RESPUESTAS!
ABRAZO CON SALAMI Y ACEITUNAS NEGRAS!!
HALLO BLAS,
ResponderEliminarME INTERESA CON ESTE ARTÍCULO (Y ESTA SECCIÓN DEL BLOG) SOBRE TODO SEÑALAR LO QUE BIEN DICES, QUE HAY DIFERENCIAS SOCIALES Y ECONÓMICAS, Y QUE VALE LA PENA, PENSAR EN DONDE UNO ESTÁ COMIENDO (O REALIZANDO LA ACCIÓN QUE SEA) COMO UN EJERCICIO DE VALORACIÓN DE LO QUE UNO TIENE, LO QUE TIENE EL OTRO! O EN PALABRAS SIMPLES: QUE HAY PIZZAS DE OTROS SABORES ADEMÁS DE LOS QUE ESTOY ACOSTUMBRADO A COMER!
CORDIALES SALUDOS!
Jaja, Don Daltanos, me recordó usted a Pessoa. Por esos "alter ego" que su personalidad encierra.A veces difruto comer un paquete de galletas hablando con alguien de buena literatura. Saludos.
ResponderEliminarHallo Lluvia Azul!
ResponderEliminarMe han llegado noticias vagas de Pessoa, entre ellas justamente que le gustaba eso de los muchos nombres y las muchas personas! Podría usted mencionar alguna obra recomendable de él para empezar a leerlo?
Entonces usted y yo nos acabaríamos muchos paquetes de galletas porque es algo que disfruto en demasía, conversar la literatura!
Saludos multipersonales y gracias por su lectura y su comentario!